Existen algunos días en el calendario que merecen ser totalmente festivos, ya no sólo de forma institucional si no, también, anímica y emocionalmente. El día que nació nuestro hijo, aquel otro en el que recibimos nuestro primer beso de amor o esa jornada en la que conseguimos ser felicitadas por un mérito, de tal vez o no diminutas dimensiones pero siempre de inabarcable talla emocio
nal. Son esos días en los que todo tiene mayor sentido y el placer se dilata hasta que la esperanza se infla en bocanadas de oxígeno imperecedero.
Hoy es uno de esos días para los millones de mujeres que poblamos la tierra y que seguimos reivindicando nuestro espacio y nuestro lugar dentro de una sociedad que no siempre respeta nuestros esfuerzos. A veces bastaría con que fuera nuestro propio entorno el que empezara a creer en ese cambio, a alentar, con un amoroso gesto de comprensión, y apoyo ese esfuerzo y todo lo que tenemos que cambiar en nuestra vida cuando decidimos dejar la calidez de nuestros hogares para ofrecer una mejor calidad de vida y un futuro con más oportunidades a nuestros hijos.
nal. Son esos días en los que todo tiene mayor sentido y el placer se dilata hasta que la esperanza se infla en bocanadas de oxígeno imperecedero.Hoy es uno de esos días para los millones de mujeres que poblamos la tierra y que seguimos reivindicando nuestro espacio y nuestro lugar dentro de una sociedad que no siempre respeta nuestros esfuerzos. A veces bastaría con que fuera nuestro propio entorno el que empezara a creer en ese cambio, a alentar, con un amoroso gesto de comprensión, y apoyo ese esfuerzo y todo lo que tenemos que cambiar en nuestra vida cuando decidimos dejar la calidez de nuestros hogares para ofrecer una mejor calidad de vida y un futuro con más oportunidades a nuestros hijos.


Reconforta saber que los hijos, algún día, se darán cuenta de nuestras amorosas renuncias en pos a una vida más feliz para ellos. De este mod
o le habremos ofrecido una sincera y justa educación y las mejores oportunidades que podamos para su ellos. Y es que sacar adelante los hijos y ocuparnos de ellos sin poder sentirlos, vivirlos cada día y tener que renunciar a sus sonrisa y compañía durante 21 días no solo no es fácil, si no que es la más difícil de las decisiones que tenemos que tomar cada vez que volvemos a trabajar, por eso este es un homenaje para nuestras MADRES TRABAJADORAS DE CMSC y a esa fortaleza que solo las madres tienen.Claudia M. Calderón H. Lider Gestión Ambiental



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